martes, 25 de julio de 2017

VERANO TRISTE...



Después de un tiempo lejos  de vosotros, vuelvo, pero esta vez no para compartir las sonrisas, ni experiencias que dejen un recuerdo feliz; no todo es de color de rosa y a los malos momentos hay que mirarlos a los ojos y saber afrontarlos con más o menos lágrimas.

Este blog lo inicie con un propósito y es compartir con vosotros “cosas”, suena genérico,  lo sé pero esa lista la encabezan las experiencias, alegres o tristes, consejos más o menos prácticos y de diferentes tipos; entre otras muchas cosas evidentes o no, dentro del tipo de blog que escribo.

Hoy el sueño me lo quita una noticia que no es por sentirla más cercana (que también es el caso) pero es más por el colectivo al que afecta, que son los niños y eso la hace más triste aun.

Algunas personas saben que además de dedicarme a la fotografía , tengo otros perfiles profesionales y entre ellos “coordinador y monitor de actividades infantiles y juveniles” esto es un nombre, pero implica mucha responsabilidad y estar con niños y niñas enseñándoles algo es bonito, divertido y si lo disfrutan muy gratificante.

Pero a veces esa diversión se puede tornar en tragedia y las cosas suceden por  no darle la importancia que merecen a según qué cosas.


Hoy martes en esta tarde de finales de julio, llego a mis oídos la desgraciada noticia de “niño de 5 años fallecido por ahogamiento en una piscina” en el campamento en el cual pase hace pocos días pase medio mes trabajando… un escalofrío me recorrió el cuerpo;  pero lo que más me molesta es que sé con seguridad, que no fue imprudencia de la monitora, porque fue mi compañera de ese medio mes trabajado y sé que es perfectamente competente; esa persona, el drama que estará viviendo en propias carnes… tardara en pasar…

Ese niño podría estar con nosotros seguramente, si hubiese estado presente una persona con nociones de primeros auxilios, que su fin máximo es cuidar de la seguridad de una piscina; si, un socorrista, porque muchas veces lo que pensamos que es tan prescindible, muchas veces no lo es tanto… y en esos momentos hay que actuar rápido.

Lamento muchísimo que la mayoría de los accidentes, los perjudicados o los más afectados sean los más inocentes, frágiles y los más indefensos; los niños y que los verdaderos culpables no se queden con el cargo en la conciencia por lo que han provocado como les correspondería.

Una vida no tiene precio y es preferible perder unos euros en seguridad y ayuda, que tener que lamentar una perdida así.

Precaución con los niños, no es algo para tomarse a broma.